El CBD representa un nicho en auge en el mercado internacional, tanto es así que se estima que tan solo en Norteamérica, las ventas de CBD alcancen los 1.9 billones de dólares en el presente año.
Ahora bien, aunque en España no son pocas las tiendas online, estancos y grow shops que se han establecido para formar parte de esta nueva oportunidad. Al comenzar una breve indagación, cualquier interesado en vender CBD en nuestro país, se encuentra con que el cultivo y venta de CBD no se encuentra regulado legalmente.
Entonces, ¿existe una licencia para vender CBD en España? ¿bajo qué normas se logran legalizar los negocios que no paran de florecer en cada ciudad?
Hoy nos toca investigar sobre el tema de las licencias CBD en España para brindarte la respuesta. Acompáñanos en este recorrido por la complicada y confusa situación del CBD en tierra española.
Para comenzar, es bueno aclarar que la OMS ha reconsiderado hasta cierto punto la inclusión del cannabis en la lista de drogas y estupefacientes, viendo como legal su uso con fines médicos. Además, indica que el CBD con un 2% o menos de THC no debería estar sujeto a controles.
En España, la ley permite el uso de CBD con fines científicos y médicos. Tampoco prohíbe su uso externo, de ahí que frecuentemente se comercializa como producto cosmético. Eso sí, está terminantemente prohibido venderlo para el consumo humano.
El marco de legalidad que hemos visto en el punto anterior nos habla de un cierto margen o vacío legal, si cabe, en que se puede establecer la venta de CBD con fines cosméticos.
Lo cierto es que para vender CBD en España, se debe obtener la autorización del Departamento de Inspección y Control de Medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Ahora bien, no existe como tal una lista de los requisitos que se han de reunir, por lo que son muy pocas las licencias que se otorgan.
Si bien la autorización para el cultivo de CBD es posible, esta autorización solo será legal para la exportación hacia una empresa debidamente autorizada y legalizada en otro país, o bien para fines medicinales o de investigación.
Para su comercialización en una tienda física, se excluye el consumo humano. Por ende, los productos deben tener especificado en la etiqueta que solo son aptos para el uso externo.
Para vender CBD en una tienda online, el producto debe ser fabricado y comercializado en un país de la Unión Europea, y si el porcentaje de THC es menor a 0.2%, podrá venderse en España.
Como el CBD no puede considerarse un estupefaciente, la venta de CBD en tales casos se ve amparada en las disposiciones respecto a la libre circulación de mercancías al interior de la Unión Europea, establecidas en la sentencia del 18 de noviembre del 2020, por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea:
Ante el órgano jurisdiccional remitente, sostienen, en particular, que la prohibición de comercializar el CBD procedente de la planta Cannabis sativa en su totalidad es contraria al Derecho de la Unión. El órgano jurisdiccional remitente explica que el CBD no parece tener «efectos psicoactivos reconocidos».
En efecto, señala que, en un informe del año 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda retirarlo de la lista de productos dopantes, que el CBD no estaba numerado como tal en la Convención Única, que la ANSM concluyó, el 25 de junio de 2015, que no había datos suficientes para clasificarlo como «nocivo» y, por último, que el perito designado en el marco de la investigación penal que dio lugar a las diligencias penales incoadas contra los demandantes en el litigio principal concluyó que tenía un «efecto sobre el sistema nervioso central débil o nulo».
Además, el CBD no está expresamente contemplado ni en los textos aplicables al cáñamo industrial ni en aquellos relativos al cannabis estupefaciente.
Según el artículo 17 del Real Decreto 85/2018 del 23 de octubre: Quienes deseen fabricar, acondicionar, envasar o etiquetar productos cosméticos en territorio español; así como importar dichos productos desde terceros países.
Deben presentar ante la AEMPS, antes del inicio de la actividad, una Declaración Responsable en los términos que prevé el artículo 69 de la Ley 39/2015 , del 1 de octubre, con las manifestaciones que se indican en el artículo 19.2.
Una vez presentada dicha declaración, se habilitará a la persona para ejercer la actividad, tomando eficacia en todo el territorio nacional.
La comercialización de productos de CBD no cuenta con ningún tipo de aprobación por parte del Comisionado para el Mercado de Tabacos en España. Por ende, solo en caso de que los productos sean de uso externo, esto no debería ser problema para los vendedores de los estancos españoles.
Sin embargo, vender productos que tengan más del 0.2% de THC en su contenido, podría acarrear problemas legales. Como lo ve la ley, no se puede vender nada para el consumo humano si es fabricado en España, pues la venta de CBD para uso alimenticio no está regulada:
Aunque algunas fuentes citan:
Cuando se trata de suplementos alimenticios producidos y comercializados en un estado de la Unión Europea, se puede vender siempre que se cuente con el mutuo reconocimiento de ambos vendedores, pues las autoridades españolas no pueden prohibir su comercialización en España.
Lo cierto es que a los efectos de la ley, actualmente el único producto con CBD autorizado para consumo humano en la Unión Europea y España es el Epidiolex, medicamento que se indica para formas raras y graves de epilepsia, que proviene del mercado norteamericano y fue aprobado en Europa en 2020.
El CBD para uso externo implica como tal las aplicaciones tópicas del cannabinoide cannabidiol:
Estos productos cuentan con amparo legal siempre que sean elaborados con semillas y hojas del cáñamo en España. También se pueden comercializar cosméticos con CBD provenientes de la flor o cogollo de la planta, siempre que ésta se haya cultivado en países donde es legal su cultivo.
Como puedes ver, el proceso para obtener una licencia para vender CBD en España no es del todo sencillo, así como tampoco lo es la búsqueda de información fiable.
Por ello, te recomendamos que te dirijas a un abogado para que te oriente y guíe durante el proceso de legalización de tu negocio, y comienza a comercializar tus productos sólo después que cuentes con todas y cada una de las autorizaciones pertinentes.
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