Uno de los principales motores impulsores de la EFSA es proteger a los consumidores de los riesgos relacionados con los alimentos, lo que incluye los peligros del consumo de cualquier alimento “nuevo” no ingerido regularmente antes de mayo de 1997.
Solamente los nuevos alimentos que hayan sido autorizados y avalados pueden ser comercializados en la UE.
Puedes pensar: “esta medida está bien”. El cáñamo ha estado presente en nuestra dieta por cientos de años, ¿no es así? Durante algún tiempo la EFSA estuvo de acuerdo con esto.
No obstante, todo eso cambió en enero de 2019 cuando la EFSA añadió todos los cannabinoides y fitocannabinoides al catálogo de los nuevos alimentos. Incluidos, los extractos, los cannabinoides sintéticos en los alimentos, y cualquier producto que contuviera cannabinoides.
Luego de fuertes protestas y un periodo de ajuste táctico, la mayoría de empresarios de la industria europea del CBD comenzaron, a disgusto, el costoso proceso de autorización de nuevos alimentos.