La fibromialgia es una enfermedad caracterizada por el dolor crónico. Algunos estudios sugieren que el CBD puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
Una publicación de 2020 (1) concluyó que, datos recientes sugieren que el cannabis tiene efectos positivos en el tratamiento de la fibromialgia, aunque la evidencia todavía es escasa.
A pesar que el CBD parece un producto prometedor para tratar la fibromialgia, las investigaciones no han demostrado aún que sea seguro y efectivo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos no ha aprobado el CBD para el tratamiento de la fibromialgia y otras dolencias. Sin embargo, el CBD continúa siendo una sustancia muy utilizada.
En pocas palabras, no son lo mismo.
El CBD es uno de los más de 100 cannabinoides presentes en la planta de cannabis. El tetrahidrocannabinol o THC, otro de los componentes del cannabis, es el que provoca los efectos psicoactivos.
Generalmente, el mejor aceite CBD que se comercializa en el mercado se extrae de una variedad de cannabis llamada cáñamo y debe contener, legalmente, una concentración de THC menor que 0,3%.
Los científicos no pueden decir con seguridad por qué este compuesto parece reducir algunos síntomas de la fibromialgia, o por qué es efectivo en algunas personas y otras no; pero continúan probando algunas teorías.
Las propiedades analgésicas del CBD se deben, probablemente, a los efectos que produce en el cerebro. Este compuesto puede interrumpir las vías nerviosas que envían señales de dolor desde el cerebro hacia el resto del cuerpo.
El CBD y otros cannabinoides se unen a receptores especializados en el cerebro. Uno de estos receptores, llamado CB2, desempeña una función en el manejo del dolor y la inflamación.
El CBD en el organismo puede estimular la producción de cannabinoides naturales (endocannabinoides) lo que puede reducir el dolor y la inflamación.
Un estudio de 2016 indica que la falta de endocannabinoides, puede ser la causa de trastornos caracterizados por el dolor crónico como la migraña y la fibromialgia.
Actualmente, los científicos están llevando a cabo investigaciones de alta calidad sobre este método de tratamiento. Anteriormente, las investigaciones se centraban en el cannabis medicinal y no en el CBD en particular. Los nuevos datos revelan los beneficios de este compuesto.
Según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral, algunas investigaciones sugieren que el cannabis o el CBD pueden tener beneficios moderados en el tratamiento del dolor crónico.
Otros estudios muestran que el CBD puede aliviar el dolor, mejorar el sueño y reducir el dolor refractario en personas con enfermedades vinculadas al dolor crónico como la fibromialgia, la migraña y el síndrome del colon irritable.
Existe una controversia sobre si el CBD es más efectivo cuando se utiliza solo, o cuando se acompaña de cannabis medicinal. Un estudio de 2006 indica que el CBD actúa mejor en combinación con el THC.
Una investigación aleatoria de 2019 (2) analiza los efectos del Bediol, un medicamento que contiene CBD y THC, en personas con fibromialgia. El mismo sugiere que la mayoría de los pacientes que tomaron Bediol expresaron una reducción del dolor en un 30 % en comparación con aquellos que tomaron placebo.
Sin embargo, otros resultados de este estudio no fueron conclusivos y no se estableció claramente si estos efectos fueron producidos por el CBD o el THC.
Otras pruebas de 2017 revelan que el CBD puede contrarrestar la hipersensibilidad de las células que rodean los nervios en personas con dolor crónico, incluidas aquellas con fibromialgia. Además, subraya la necesidad de realizar más investigaciones en esta área.
Una publicación de 2016 evalúa los efectos de un cannabinoide sintético llamado Nabilona en el tratamiento de la fibromialgia. Los científicos afirmaron que el nivel de tolerancia fue muy bajo. Además, los pacientes no mostraron mejoras notables en comparación con los que consumieron placebo.
Por otra parte, una publicación de 2020 (3) afirma que “los cannabinoides sintéticos son una de las clases de medicamentos con más potencial en el tratamiento del dolor”.
A medida que el cannabis se legaliza en algunos estados, las investigaciones comienzan a tomar fuerza y a mostrar resultados prometedores.
Algunas de las limitaciones en los estudios del CBD son:
Entre otras dificultades que los investigadores enfrentan están (4); la difícil obtención de CBD o cannabis medicinal de alta calidad (debido a la falta de regulación) y el control de la dosis y la potencia de los productos de CBD.
Son muy limitados los análisis sobre los cannabinoides sintéticos razón por la cual los científicos continúan investigando su efectividad.
Diversos sitios web ofrecen instrucciones sobre el uso del aceite CBD, pero no existe conocimiento especializado sobre su uso y dosificación. Algunas personas utilizan el aceite de forma tópica y otros de manera oral.
Si es posible, se debe consultar a un especialista en fibromialgia y CBD sobre la dosificación.
Como con cualquier otro medicamento se recomienda comenzar con una dosis pequeña y observar los efectos en el organismo.
De forma general, la mayoría de las personas toleran el CBD; sin embargo, se han reportado efectos adversos:
El CBD puede interactuar con algunos somníferos sin prescripción médica, suplementos dietéticos y otros medicamentos recetados por lo que se debe consultar a un especialista antes de utilizarlo.
Aunque el cáñamo y los productos elaborados a partir de él que contienen una concentración de THC menor que 0,3% fueron legalizados con la Ley Agrícola, todavía existen algunas confusiones sobre su uso.
El estatus legal del CBD y otros cannabinoides varía según el estado.
Contraindicaciones del Aceite CBD
Aceite CBD para tu mascota: ¿Cómo se debe usar?
Referencias de este artículo:
Comprar marihuana CBD online en Cokocbd es garantía de alta calidad.
Nuestros textos no sustituyen el asesoramiento profesional de un médico o farmacéutico y no pueden utilizarse como base para el diagnóstico independiente y el inicio, la modificación o la terminación del tratamiento de enfermedades. No representan una recomendación de los métodos de diagnóstico, tratamientos o medicamentos y no tienen la intención de servir como publicidad.
