Los flavonoides no solo se encuentran en el cannabis, los científicos han descubierto cientos de estas sustancias en todo el reino vegetal; en las flores, en las frutas y en las verduras. No obstante, existen algunos flavonoides propios en los cogollos CBD llamados cannaflavinos.
Cuando se piensa en los 200 y más compuestos bioactivos descubiertos en el cannabis, a menudo se centra la atención en los más conocidos: el CBD y el THC.
Sin embargo, estos no son los únicos compuestos importantes producidos por la planta de cannabis. Los flavonoides, por ejemplo, constituyen aproximadamente el 10% de los compuestos identificados, presentando cerca de 20 variedades en dicha planta.
Al igual que los terpenos, los flavonoides desempeñan un rol en la manera en que percibimos el cannabis a través de nuestros sentidos. Pero todavía hay mucho más por descubrir de estos compuestos que lo que apreciamos solamente a través del sentido del gusto y el olfato.
De hecho, los flavonoides son uno de los compuestos de las plantas menos estudiados. Aquí le mostramos lo que conocemos sobre ellos hasta el momento.
Los flavonoides, comprenden un grupo de compuestos polifenólicos que actúan como metabolitos secundarios en un gran número de plantas y hongos. Las más de 6000 variedades identificadas presentan un amplio espectro de funciones.
La palabra “flavonoide” proviene del término latino flavus que hace referencia al color amarillo encontrado en la naturaleza. Esta denominación cobra sentido si consideramos que una de las principales funciones de estas sustancias es pigmentar las plantas, especialmente las flores, con el objetivo de atraer a los polinizadores.
La mayoría de las frutas y verduras comestibles que no contienen pigmentos verdes, le deben su coloración brillante, en parte, a los flavonoides. Además, estos compuestos desempeñan una función en la protección de las plantas contra elementos dañinos como son los rayos ultravioletas, las plagas y las enfermedades.
A menudo, se le atribuye el sabor y el aroma del cannabis a los terpenos. Sin embargo, los flavonoides contribuyen a proporcionar características distintivas a cada variedad de la planta.
El aroma y el sabor que desprende el cannabis se debe a las cualidades sinérgicas que comparten los terpenos y los flavonoides.
Además, los flavonoides afectan la pigmentación del cannabis de la misma forma en que lo hacen con las flores. Las variedades de cannabis de color morado deben su coloración a dos tipos de flavonoides: las antoxantinas y las antocianinas. En otras especies de plantas como las bayas, la antocianina puede provocar una coloración roja, morada o, incluso, azul en dependencia de los niveles de pH.
Aparte de proporcionar coloración, aroma, sabor y protección, los flavonoides son altamente activos desde el punto de vista farmacológico según muestran los estudios realizados. También, existen investigaciones preliminares que indican los beneficios medicinales de los cannaflavinos.
El flavonoide quercetina que ha sido identificado en muchas frutas y verduras es conocido por sus propiedades antifúngicas y antioxidantes. Se sabe que las catequinas, presentes en el cacao, el té y otras frutas de pepita actúan como antioxidantes con beneficios para la salud cardiovascular.
El cannaflavino A, presente en la planta de cannabis, es también activo desde el punto de vista farmacológico pues diversos estudios (1) han demostrado que posee propiedades antiinflamatorias incluso más potentes que las de la aspirina. Además, se estudia el cannaflavino B y C por sus posibles beneficios medicinales.
Otros flavonoides altamente activos presentes en el cannabis son la orientina, la quercetina, la silimarina y el kaempferol. Se cree que todos ellos tienen propiedades antiinflamatorias, antifúngicas, antioxidantes y anticancerígenas; pero solo los estudios futuros lo confirmarán.
El “efecto entourage o séquito” es un término ampliamente utilizado, que describe la naturaleza sinérgica de muchos compuestos activos, desde el punto de vista farmacológico presentes en el cannabis. Nuestro organismo posee un sistema endocannabinoide que se describe como una gran red de receptores que abarcan casi todos los órganos y sistemas. Los cannabinoides se unen a estos receptores para producir diversos efectos, en los que también influyen los terpenos.
Las combinaciones de estas biomoléculas nos producen diferentes sensaciones debido a las propiedades sinérgicas de estos compuestos. Por ejemplo, el cannabidiol (CBD) modula los efectos del THC en la barrera hematoencefálica. Se piensa que los flavonoides tienen capacidades sinérgicas similares. Todavía no se comprende totalmente si estos aumentan las propiedades de los cannabinoides o modulan su eficacia; es necesario realizar más estudios en este sentido.
El “efecto entourage o séquito” acuñado por S. Ben-Shabat y el doctor Rafael Mechoulam en 1998 se ha convertido en un tema común en la investigación sobre el cannabis. El doctor Mechoulam junto a otros científicos como Ethan Russo y James MacPartland, se encuentra dentro de los pocos investigadores que trabajan para revelar los misterios de los flavonoides en la planta de cannabis. Sin embargo, los estudios de los flavonoides cannábicos son escasos, principalmente en los Estados Unidos; debido al férreo bloqueo federal que impide las investigaciones científicas sobre el cannabis.
Es extremadamente importante que se levanten las restricciones federales en los Estados Unidos, para permitir que se lleven a cabo estudios con el fin de comprender mejor la función de los flavonoides cannábicos. Hasta que esto no suceda, los científicos en el extranjero continúan haciendo hallazgos para la elaboración de perfiles químicos lo cual ayudará a esclarecer los complejos misterios del cannabis.
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