La biodisponibilidad del cbd es el grado en el cual este está disponible en el tejido objetivo después de ser suministrado. En general, cuanto más elevada es la biodisponibilidad, menos cantidad se necesita para experimentar los efectos.
Otro término importante es la forma de suministro del CBD, ya que tiene que ver con la cantidad y la rapidez con la que el cbd ingresa al torrente sanguíneo, y de ahí al tejido objetivo.
A continuación te contamos los pros y contras de los diferentes métodos de consumo de CBD para que estando más informado, puedas sacar tus propias conclusiones.
El CBD para vapear es la forma más eficiente de consumo porque permite que el CBD se absorba mediante los alvéolos (membranas que recubren las bolsas de los pulmones) e ingresa directamente al torrente sanguíneo.
La forma más básica es fumar, cuenta con una biodisponibilidad del 31% y la vida media del CBD fumado es de 31 horas. El vapeo CBD tiene los mismo beneficios en cuanto a la biodisponibilidad de CBD pero siendo menos irritativo que el fumar.
Por último contamos con la nebulización que administra el Cbd en forma de vapor, los nebulizadores se usan para administrar medicamentos a los pulmones dañados o sensibles.
Cápsulas, aceites y comestibles: esta es la forma más popular de consumo de CBD, pero así mismo la que cuenta con la biodisponibilidad más baja de todas siendo de entre un 6 y un 19%. Esto se debe a que los ácidos grasos y las enzimas destruyen el CBD antes de poder ser absorbido.
Gotas y aerosoles: en este método la absorción es mediante las membranas mucosas de la boca y la nariz. Mediante las gotas sublinguales, que consiste en colocar gotas de Cbd debajo de la lengua, los niveles máximos de concentración en sangre se han medido a las 2 horas de administrado.
Los spray tanto oral como nasal consiste en la misma metodología pero suministrados a distintos tejidos; la absorción mediante la membrana mucosa oral llega a la concentración máxima en sangre de Cbd a las 4,5 horas para una dosis de 15mg, mientras que la absorción a través de las membranas mucosas nasales alcanzaron la máxima concentración en sangre a los 10 min de administración.
En la actualidad el CBD se está expandiendo en el campo médico a pasos agigantados, por eso los científicos están poniendo todos sus esfuerzos en mejorar su aprovechamiento. La principal dificultad para aprovechar por completo el CBD es su baja biodisponibilidad, lo que resulta en la necesidad dosis más elevadas y, respectivamente, mas gastos, para lograr los efectos deseados.
Los científicos han estado trabajando duro ideando algunos métodos que pueden no ser soluciones completas, pero aún así han mejorado mucho la biodisponibilidad del CBD. Estas investigaciones radican en los principios de la nanotecnología, que se refieren a hacer partículas mucho, mucho más pequeñas y, por lo tanto, más fácilmente absorbibles para el Cannabidiol.
La mayor dificultad radica en que el CBD es hidrófobo, lo que significa que no se disuelve en agua, una de las principales razones de su baja biodisponibilidad, considerando el gran porcentaje de agua que tenemos en nuestro cuerpo.
Es decir que al hacer que el Cannabidiol sea más compatible con el agua logramos una mejor biodisponibilidad y efectividad. En este punto debemos enfatizar la parte “compatible con el agua”, en contraposición a la soluble en agua: los científicos siguen investigando las posibilidades para que el CBD o Cannabidiol se disuelva en agua, pero han logrado hacerlo mas compatible, es decir, biodisponible.
Actualmente, los científicos están realizando estas investigaciones bajo tres principios:
Las nanoemulsiones actúan descomponiendo moléculas en gotitas nanoscópicas diminutas, de entre 10 y 100 nanómetros de tamaño, y usando surfactantes para reducir la tensión superficial del agua, de modo que las gotitas puedan mezclarse mejor con ella.
Las microemulsiones funcionan según el mismo principio que las nanoemulsiones, aunque menos efectivas; en lo que respecta a las emulsiones, cuanto más pequeñas sean las partículas, mejor. Las gotas, creadas a través de microemulsiones, suelen tener un tamaño de entre 100 y 5000 nanómetros.
Además, las microemulsiones requieren el uso de más tensioactivos, lo que puede provocar algunos efectos secundarios con implicaciones para la salud, además de dar al producto un sabor desagradable, generalmente amargo y / o jabonoso.
Los liposomas son estructuras esféricas, generalmente de entre 50 y 5000 nanómetros de tamaño, formadas por dos capas hidrófilas y una bicapa hidrófoba, donde se puede almacenar el CBD. Es una forma ingeniosa de hacer que el CBD sea más compatible con el agua y administrarlo al cuerpo, como si lo introdujera a escondidas bajo el disfraz de las capas hidrófilas que lo rodean.
Sin embargo, como puede imaginar, este proceso es bastante complejo y también requiere muchos tensioactivos, además de funcionar mejor con cannabinoides aislados que con extractos naturales.
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