Se cuenta con evidencia suficiente sobre la seguridad del CBD y un amplio conjunto de investigaciones para la epilepsia infantil. Por tanto, no es sorprendente que los primeros estudios sobre los efectos positivos del cannabis en niños con TEA, hayan favorecido el uso de aceite de cannabis ricos en CBD.
El primer estudio (4) se enfocó en cómo el aceite CBD mejora las cuatro comorbilidades asociadas a los TEA: hiperactividad, trastornos del sueño, autoagresión y ansiedad.
Aproximadamente dos tercios de los sujetos mostraron mejoría en los comportamientos autoagresivos, en los ataques de ira, la hiperactividad y los trastornos del sueño. Con la administración del CBD el 47,1% de los niños manifestó niveles de ansiedad más bajos, por el contrario, el 23,5% de los sujetos experimentaron una ansiedad más intensa.