El cannabis es conocido popularmente por sus efectos psicoactivos. Sin embargo, la estructura química de esta planta posee diversas propiedades orgánicas que van más allá de eso.
De ahí que, después de numerosos estudios y años de controversia, haya sido tomada médicamente como opción terapéutica para combatir patologías neurológicas, manejo del dolor o cáncer, por ejemplo.
Hasta hoy, el CBD en general y el aceite CBD en particular es uno de los cannabinoides más provechosos en este ámbito, no solo por su potencialidad de acción, sino por su baja probabilidad de producir efectos secundarios.